La adolescencia es un período vital caracterizado por una crisis de identidad en la cual los adolescentes se debaten entre cuestionamientos relativos a su cuerpo, los valores propios y los de la sociedad, las elecciones que deben hacer (de trabajo, estudio, compañero/a, etc.), y las que les exigimos. Están buscando su lugar en la sociedad.
El adolescente se aparta de la identidad infantil y va construyendo poco a poco una nueva definición de sí mismo. Es un período de re - organización personal y social que, la mayoría de las veces, va acompañado de contestaciones, rebeldías, rupturas, idealizaciones, y a veces transgresiones que lo llevan a una reflexión sobre los valores que lo rodean en el mundo y sobre su propio existir en ese mundo.
A veces se considera la adolescencia como un pasaje del mundo infantil al mundo adulto, aunque sigue siendo una etapa de la vida, dado que de otra manera parecería que el adolescente se ve condenado a no ser en sí mismo sino que su ser le es dado por estar transitando (es porque transita o adolece). En la sociedad actual, y por elementos históricos y culturales específicos, la adolescencia se está constituyendo en un período clave de la vida que cada vez se alarga más.
Concomitantemente, el mundo adulto no está generando respuestas para abordar esta etapa de una manera comprensiva y que ayude al joven a vivir más saludablemente este estadio de la vida. El amor, la amistad, el trabajo, el colegio, la familia y el proyecto de vida se constituyen en grandes problemas cuyo punto central es la identidad: ¿Quién soy yo?, ¿Cómo soy yo?, ¿Cuál es mi valor?, ¿quién me valoriza?, ¿Qué quiero?, ¿Qué quiero ser?, ¿Qué no quiero ser?