sábado, 4 de diciembre de 2010

Estilo educativo y consecuencias


Los patrones educativos de los padres producirán determinadas consecuencias evolutivas para el ajuste socio-emocional de sus hijos. Crecer en un ambiente con un estilo educativo u otro tiene consecuencias importantes.
Es importante entender que los distintos estilos educativos interactúan con un niño que posee unas características, esto es, quizás con un niño determinado haya que aplicar más medidas correctivas que con otros niños más inhibidos. Por ello debemos entender estos estilos educativos de una forma flexible y adaptada a cada niño.

  • Padres que imponen sus normas sin lugar a la discusión
  • Castigan  las conductas inadecuadas para así prevenir problemas futuros, muchas veces sin dar una explicación del motivo del mismo. Los padres creen que a los niños no se les han de dar demasiadas explicaciones, el castigo por sí mismo es suficiente para disuadir la conducta del niño.
  • Exigentes en cuanto a la madurez de sus hijos
  • No suelen comunicarse adecuadamente con sus hijos puesto que consideran que el diálogo es superfluo. Lo que importa para los padres es la obediencia.
  • La expresión de afecto es baja. No suelen expresar abiertamente afecto a sus hijos
  • No tiene en cuenta los intereses y necesidades de los niños
Los hijos de padres autoritarios:
  • Son obedientes y sumisos cuando el control es externos (proveniente de los padres) pero en ausencia de estos son mucho más irresponsables y se muestran agresivos.
  • Tendencia a sentirse culpables y deprimidos.
  • Son niños con baja autoestima, y escaso control
  • Pocas habilidades sociales
  • Altos grados de afecto y comunicación pero unido a una ausencia control y exigencias de madurez.
  • Son los intereses y deseos del niño los que los que dirigen la interacción entre el adulto y el niño. Los padres tratan de adaptarse a las necesidades del niño interviniendo lo menos posible para que el niño acepte el esfuerzo y las exigencias.
  • Exigen poco a sus hijos tanto en el cumplimiento de normas como en madurez
  • Consideran que no han de usarse ni premios ni castigos en la educación. Los niños han aprender en la vida lo que está bien y lo que está mal.
  • Los niños han de aprender por sí mismos,
  • Son padres afectuosos, pero no limitan
Los hijos de padres permisivos:
  • A primera vista son entusiastas y vivaces pero son más inmaduros e incapaces de controlar sus impulsos.
  • Carecen de autocontrol y son poco persistentes en las tareas
  • Niveles altos de afecto, de exigencias y de control. Son padres muy cálidos pero al mismo tiempo exigentes y firmes
  • Estimulan la madurez de sus hijos
  • Les ponen límites y hacen respetar las normas
  • Comprensivos, afectuosos y fomentan la comunicación
  • Sensibles a las necesidades de sus hijos, estimulan la expresión de sus necesidades y les dejan un espacio para que empiecen a ser responsables y autónomos.
  • La relación entre padres e hijos se caracteriza por el diálogo, el consenso como forma para que los niños comprendan las situaciones
  • Sensibles a las posibilidades de cada niño
  • Sus normas son coherentes pero no rígidas
  • Prefieren el razonamiento y la explicación más que la imposición
  • Estimulan que el niño se esfuerce en conseguir una meta pero conocen el ámbito de las posibilidades de sus hijos. No les presionan con aquello para lo que no están aún preparados.
  • Fomentan la iniciativa de sus hijos asumiendo que van a cometer errores dada su inexperiencia
Los hijos de padres democráticos:
  • Están más felices consigo mismos y eran generosos con los demás
  • Más competentes socialmente, mayor autoestima, autonomía y responsabilidad, mayor autorregulación y desarrollo moral.
  • Son persistentes en las tareas que emprenden y tienen un buen autocontrol
  • Competentes socialmente
  • Padres con escasa implicación en la tarea de crianza y educación
  • Son fríos y distantes con sus hijos
  • Escasa sensibilidad a las necesidades de los niños
  • Ausencia de normas, pero en ocasiones el control que ejercen es excesivo sometiendo al niño a un fuerte castigo sin mediar ninguna explicación o razonamiento de la conducta indebida del menor.
Los hijos de padres negligentes:
  • Baja autoestima
  • No acatan ninguna norma
  • Poco sensibles a las emociones de los demás (baja empatía)
  • Son niños muy vulnerables a conflictos personales y sociales

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, he leído la entrada y me ha parecido muy interesante, sobre los estilos educativos. Conozco tres de los que se mencionan y en el ambito de enseñanza hay que saber que el abusar de un estilo u otro es perjudicial, lo mejor sería variar entre democrático, autoritario y dejar hacer según sea la situación y el caso amerite. Lo que si es verdad que hemos hecho de la educación un estilo a nuestro gusto, a nuestro alcance, lo cual nos ha llevado a dar y recibir no muy buena educación, pero creo que en la unión de los estilos se complementa la educación. Un saludo. Daniel

Tania García Simón dijo...

Muchas gracias por tu comentario Daniel!
Bajo mi opinión, el estilo educativo que debiera primar sería el democrático, ya que de esta manera se establecen normas y maneras de comportamniento sin la obligación, autoritarismo o abuso de poder. Además, se haría a través de un acuerdo y por tanto, se llevarían a cabo sin ningún esfuerzo, porque es algo que comparten ambas partes.
El hecho de intercalar los diferentes estilos educativos podría provocar un desequilibrio al menor ya que no sabe cual es el estilo educativo que está utilizando el/la educador/a en cada momento, por consiguiente, no sabría como debe comportarse, ni a que normas atenerse,...

Anónimo dijo...

Claro que sí. El estilo democrático debe primar ya que se ha comprobado que es el que mejores beneficios retribuye en positivo a los educandos. Ahora bien el estilo tan sólo es un método dentro del inmenso mundo de la formación y la educación.
Decirte que me ha gustado mucho el Blog y desearte mucho éxito. Daniel